POR EL MAR CORREN LAS LIEBRES...

LA MENTIRA es la declaración de alguien que sabe que todo o en parte es falso, esperando que los demás lo crean cierto, ocultando toda la realidad o sólo una parte. Mentir IMPLICA UN ENGAÑO INTENCIONADO Y CONSCIENTE.

Pero ¿POR QUÉ MENTIMOS?

Lo cierto es que la mentira tiene una relación directa con la AUTOESTIMA. Mentimos cuando nos vemos amenazados o, cuando deseamos sacar provecho de la situación. Por lo tanto, se convierte en un mecanismo de defensa, un arma propia de la supervivencia. Pero como toda arma, exige unos límites.

Para algunos mentir se convierte en un escenario de culpas, remordimientos o incomodidad, pero para otros, es su hábitat natural. Existen personas para los que el engaño es su pan de cada día, están entrenados para ellos y ni siquiera sienten que están mintiendo.

No obstante, NADIE SE SALVA, TODOS MENTIMOS. Algunos más y otros menos, pero todos con una u otra implicación para nuestras vidas. Unos mienten porque son manipuladores sociales y lo hacen para abusar de los demás. Otros mienten para sentirse mejor, para halagar a los demás, o para lograr algo sin herir a nadie.

LA MENTIRA PIADOSA, constituye la excepción a la regla, supone una mentira con la intención de no causar pena o paliar esta angustia. Sólo está justificada por el mal que le produciría a la otra persona decirle la verdad. Sin embargo, UNA MENTIRA ES UNA MENTIRA, y tarde o temprano corroe la fidelidad, la confianza y la intimidad entre dos personas.

EL AUTOENGAÑO!!! El ser humano es el único animal capaz de engañarse a sí mismo. En el resto de animales, la mentira suele estar asociada a un mecanismo de selección natural propio de depredadores o víctimas. Este sirve para no sentirnos mal con nosotros mismos, y poder seguir creyendo en nuestra persona. Por ejemplo, un bebedor de alcohol diario, no asumirá que es un adicto, se autoengañará creyendo que hace lo mejor para su salud y su estado mental. Siempre será cuestión de supervivencia, y de IMPEDIR LA AUTODESTRUCCIÓN.