¿Por
qué una Escuela de Padres? Pues lo cierto es que esta necesidad surge por
un reclamo expreso de los padres que acuden a la consulta privada ante
conductas de riesgo de sus hijos, por la
falta de herramientas que poseen, o que no saben utilizar.
Como recoge la Convención de los Derechos
del Niño de las Naciones Unidas (1989), la
familia es el ámbito natural de desarrollo de los menores. Y por tanto, su
función fundamental es la educadora, como primer agente socializador de los niños.
El concepto y las funciones de la familia
han estado históricamente en cambio permanente, adaptándose a las peripecias y
retos que plantea la sociedad en su constante evolución. Estos cambios
repercuten en todos los aspectos que envuelve a un núcleo familiar, cambios
demográficos (crecimiento de la población), económicos, sociales y culturales.
A pesar de las continuas transformaciones,
existen aspectos en los que la “familia” ha quedado inmóvil, pues muchos de los
retos actuales y del futuro son similares a los de nuestros antepasados. La familia sigue teniendo un gran valor
en sí misma desempeñando importantes
funciones en la vida de las personas, como institución social que es.
En su evolución personal, los hijos seguirán
necesitando de la ayuda, estímulos, tutela, comprensión y cariño de sus padres.
Para ello, los padres necesitan de
información y formación previa, por lo que deben de estar permanentemente
involucrados en el proceso de formación de sus hijos, es decir, de criar,
educar y disciplinar.
La familia, como grupo o sistema en el que
se interactúa y se influyen los miembros, pasa a lo largo de su desarrollo por
diversos momentos (ciclos evolutivos) con características específicas,
previsibles unas y otras imprevistas. Por este motivo, la adaptación se vuelve
fundamental. Y como forma de adaptación, la Escuela de Padres invita a conocer
todas aquellos materiales que faciliten este proceso.
La
Escuela de Padres será un espacio de información, formación y reflexión dirigido a los padres y madres, sobre aspectos
relacionados con las funciones parentales. Es un recurso de apoyo a las
familias con menores para que puedan desarrollar adecuadamente sus funciones
educativas y socializadoras, y superar situaciones de necesidad y riesgo
social.
En ella se ofrecerán pautas saludables de dinámica familiar que facilitarán la convivencia,
la comunicación y el desarrollo integral de sus menores como miembros
activos de la sociedad.
No debemos olvidar que la familia es, en
todas las culturas, la célula básica de educación e integración social.
Las actuaciones de ayuda a la familia,
siempre redundarán en beneficios globales para la sociedad.
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